lunes, 8 de septiembre de 2008

The Mars Volta – The Bedlam in Goliath (2008)

Como es sabido, el día 7 de noviembre The Mars Volta regresa a México, DF, por segunda ocasión en este año! Y lo siento, no pude contenerme en poner este post, así que, no tratare de ser breve en lo que escriba. Tampoco contaré la historia desde las cenizas donde surge TMV y mucho menos, la historia de cómo fue concebido TBiG. Este post será un poco personal…

Desde que escuche por vez primera “Inertiatic ESP” en la radio, donde Cedric canta reiterada y angustiadamente NOW I’M LOST, algo hiso click en mí, no sé si en ese momento me sentía de esa forma, perdido, angustiado, esperando estallar intensamente como todo el De-Loused in the Comatorium, entonces, The Mars Volta se volvió mi banda favorita, la primera, esa banda en la que estas pensando constantemente y nunca te cansas de escuchar repetidamente todos sus discos de principio a fin, la banda que mencionas sin dudar cuando algún sujeto hace la pregunta que nunca por alto se puede pasar ¿Cuál es tu banda favorita de Rock? Jaja!

The Mars Volta es monstruoso, con formas muy libres de interpretar tanto en estudio como en directo y difícil de digerir a la primera escucha y pese a quien le pese, The Mars Volta cambio la forma de hacer Rock Progresivo dándole un toque totalmente Punk y Agresivo, acabando con la idea de que para hacer Rock Progresivo debes ser “Músico Estudiado” sobrio, seco y aburrido al interpretar (John Petrucci). Claro, los puristas y conservadores del género siempre se quedaran ahí estancados defendiéndose bajo la bandera de la palabra disciplina o disciplinado tan necesaria para que estos músicos hagan progresivo. Estas personas con una forma muy limitada de concebir las infinitas maneras de hacer música deberían permitirse escuchar y atender todas las formas creativas existentes sin prejuicios hasta terminada la obra. Ahora, me permito citar a Santana: “Aprendí hace mucho tiempo la diferencia entre las notas y la vida. Prefiero tocar la vida antes que las notas”, espero les quede claro, si no, pues… no tendrán remedio.

Volviendo a TMVThe Bedlam in Goliath es un disco que me costó 8 meses en comprender y digerir lo que estaba escuchando, también, es el disco más punk que hayan hecho en su carrera, un disco lleno de coraje y furia, donde comienzan a experimentar con melodías orientales (Soothsayer) y la entrada de Thomas “Coloso” Pridgen, hace olvides que alguna vez John Theodore perteneció a The Mars Volta.

La manera de abrir esta ira de contenida en Goliath es impresionante; Cedirc y compañía entrando juntos a modo de sonar desquiciantes a la primer escucha: “Have you seen the living/Tired of their own shells/All the non-believers/Torso in the well” – Aberinkula. La forma de cerrar esta canción a partir del minuto 3.15 es única, no hay algo que pueda definirlo con exactitud, te transporta a los paisajes y personas pintadas por Jeff Jordan, ese mundo extraño y surreal; Adrian Terrezas se mueve en espira con un gran solo de clarinete.

No hay tiempo, no hay porque parar, ahora sigue Metatron con una melodía que nos recuerda la canción de Day of the Baphomets de su anterior disco Amputechture. La lirica rebuscada empleada por Cedric hace que el significado en cada una de las canciones de The Mars Volta sea infinito, se mantengan vivos y duren para siempre. El cambio de ritmo y tiempo en Metatron me ‘vuela’, así, tal cual; Omar Rodríguez-López logra crear de nuevo una forma inexplicable, todo explota y no queda más que corear: “Folding wormholes/My time is riding in the alphabet/Folding wormholes/My time is writing on the wall”.

Ilyena, me gusta demasiado, mi canción favorita, donde John Frusciante hace de las suyas en la guitarra, un ritmo funk que engancha alabando al maestro James Brown. Me encanta el coro: “Follow me tonight/Follow me into oblivion/Follow me tonight/Follow me into oblivion” las palabras de Cedric de nuevo son hermosas.

Llega la canción más corta creada por The Mars Volta, Wax Simulacra (primer sencillo de la banda), muchos definen esta canción como METALOSA por el doble pedal ejecutado por “Coloso” Pridgen. Pero, de nuevo, estas comparaciones se quedan cortas ante un monstruo como TMV.

Goliath, es un resumen de todo el Rock y Progresivo hecho de finales de los 60’s y todos los 70’s, es una canción intensa, llena de psicodelia desquiciante. Ikey Oweys pone el jam con su teclado. La forma de hacer un solo de Omar Rodríguez-López es única, propia y autentica. Cedric de nuevo, tan presente: “Give me that corpse please/The one that tore nightly/I really want it now/Fold the arms slowly/Don't want you to hold me/It fits just like a glove/Does he make you feel alright?” y esta gran frase para cerrar Goliath “Never heard a man speak like this man before/Never heard a man speak like this man before/All the days of my life ever since I've been born”.

Tourniquet Man es un pasaje genial de cuerdas, con muchos procesos y efectos de sonidos.

Cavalettas inicia rápido, es fuerte y el cambio es extraño, tenso, torcido, creando incomodidad: “I am a deaf con angora goats/Warning you all who pass this mote/It's only a matter of folding time and space/Before I become your epidemic/Is this your first time at my conventicle?”. El final es genial, toda la tensión se libera, fluye y calma.

Agadez es como especie de Opera Rock ó el tema de alguna obra de teatro, TMV suenan únicos, entonces sigue Askepios: “I'll be there waiting with a hook in your neck/Is the contact you've made deficient?/And your hand will break if you touch this fence/Please them 'til they're blind with cleft lens” suena a que algo esta hirviendo, burbujea, algo está a punto de ser creado.

Ouroborous es una canción mágica, un riff pesado pero extraño para ligarse con Soothsayer que evoca aquel viaje realizado por Omar Rodríguez-López y la monotonía del ritmo es genial. La furia en Goliath termina con Conjugal Burns donde el constante cambio de ritmo está presente en toda la rola, que buena forma de cerrar un disco!

The Maros Volta, entrega este año un excelente disco de cinco estrellas, una obra maestra pero, como es The Mars Volta le exigimos demasiado, así que, si ya escucharon el The Bedlam in Goliath denle una nueva escucha, disfrútenlo y apuesto que lo saborearan mas.